En San Luis Potosí, capital del estado homónimo, el eje mejor valorado fue el de Gobernanza, cuya evaluación se mantuvo estable en ambos años, seguido por Transporte e Industria ―cónsono con ser una ciudad de tamaño medio―, con una diferencia de casi un punto y un ligero descenso en 2021-2022. El resto de los ejes no obtuvo puntajes aprobatorios por parte de los resultados, y sólo dos de ellos (Residuos y Energía limpia y renovable) reflejaron un ligero aumento en los dos años del estudio. Se aprecia, por tanto, una amplia área de oportunidad para el desempeño de las autoridades municipales.

Entre los potosinos las evaluaciones a las políticas públicas municipales fueron diferenciadas, como se observó en los demás municipios bajo estudio. Ahora bien, en suma, en San Luis Potosí en la percepción de los resultados se produjo un aumento del puntaje en políticas públicas de manera general. La política con mayor aprobación fue la del agua, seguida de la conservación de la biodiversidad y residuos. Todos estos ejes temáticos vieron aumentos con respecto de 2020-2021, lo cual pudiera reflejar un mayor interés ciudadano en estos temas.

A su vez, con un puntaje intermedio encontramos los ejes de Contaminantes (que disminuyó con respecto del año anterior), Gobernanza y Vida marina y terrestre (ambas aumentaron considerablemente, en cambio). Sin embargo, las políticas municipales con menor puntaje en 2021-2022 fueron las del uso y control de energías de origen fósil, en caída drástica desde el año anterior, y de transporte e industria, que mejoró ligeramente.

En San Luis Potosí, todos los ejes, excepto Vida marina y terrestre fueron muy controversiales. Es muy llamativo que para la mayoría de estos temas no existía controversias en 2020-2021, y todos aumentan en alto grado. El único eje con un valor no tan alto es Energía eléctrica.

En el municipio de San Luis Potosí se observó entre los ciudadanos consultados un bajo conocimiento de las políticas públicas ambientales instrumentadas por las autoridades municipales; por ejemplo, los encuestados ignoraban las políticas de energía eléctrica, y, al mismo tiempo, las de gestión de agua, energía renovable, eficiencia del transporte público y fomento de la industria limpia se consideraban ineficientes, incluso la gestión del agua y transporte empeoraron en su evaluación con respecto de 2020-2021 (a diferencias de otras políticas, como se ha visto anteriormente). Las políticas de biodiversidad, de uso de energías fósiles, reducción de contaminantes y vida marina y/o terrestre fueron consideradas como medianamente funcionales.